Christmas Story
Estaba solo, estas fechas solo me traían tristeza, mi madre había muerto las navidades pasadas, y eso destrozó mi vida.
Me llamo Jack, y odio las navidades, estas fiestas que son para estar en familia y muy alegres, son las peores demi vida, desde el año pasado estoy solo, mis padres estaban muertos, no tenía ningun hermano, ni primos y por supuesto tampoco tenía abuelos.
Pero lo que yo creía que serían unas navidades tristes, cambiaron el día en que conocí a la mujer de mi vida, Ashley, era hermosa, pero lo peor era que ella estaba casada con el peor hombre de toda la ciudad, el Señor John.
Yo estaba sentado en una mesa del bar Paradise, me pedí un café, y acto seguido, Ashley entró por la puerta, observó todo el bar hasta que sus ojos me miraron y ella se dirigió hacía mí y se sentó conmigo en la mesa.
- Hola Jack, desde hace unos días he podido notar que me miras mucho, entonces he pensado que estas enamorado de mí...
- Sí, eso... eso es verdad, pero estas casada y tienes dos hijos pequeños, así que mi deseo no se va a cumplir, no se porque has venido, pero si nos ve el Señor John el Gruñón juntos podría cortarme la cabeza, je je je.- me reí un poco.
- Lo se, pero él no me quiere, y yo tambien estaba enamorada de tí desde hace mucho, pero no me atreví a decirtelo, a mi marido no le gusta que me vea con hombres que no sean él, así que no he podido, pero... vamonos, esta noche, tú, mis dos hijos pequeños y yo, ¿a las once de la noche en la iglesia? Porfavor, no puedo pasar más tiempo con el Señor John el Gruñón, porfavor, no me falles, te esperaré con mis hijos allí, te quiero.- se despidió dandome un beso.
¿Qué había pasado? La gran Señora Ashley quería irse conmigo y dejar a su marido, no lo lograba entender, ¿quería dejar su vida de mujer rica y irse conmigo? Dios, ¿qué debía hacer? Entonces nada más irse Ashley, se me acercó la camarera del bar, Vannesa.
- Dios mío ¿enserio? Como puede ser que la gran Señora Ashley este a escondidas contigo, quieres que te de un consejo, vete con ella, va a ser más feliz contigo que con el Señor John el Gruñón, alguna vez tendrías que ser feliz ¿no? Esta es tú oportunidad, corre, aprovechalo, vete con ella, iros a otra parte, ser felices, enserio te lo mereces.- me dijo Vannesa dandome las llaves de su coche.
- ¿Pero...? ¿Por qué? Yo no te he pedido nada... bueno, muchas gracias de verdad, tendrá noticias nuestras.- le dijé a Vannesa cogiendo las llaves y saliendo corriendo del bar.
Ya eran las once de la noche, ya estaba preparado con el coche y mis cosas en la iglesia, entonces allí la ví, venía con sus maletas y sus dos hijos, se acercó a mí me beso, se subió al coche con los niños, entonces pensépara mí "lo he conseguido, tengo una familia" y me subí al coche y nos pusimos en camino a nuestra nueva vida.
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